Existen diversos factores que influyen de manera importante en la
suciedad del agua de la piscina. Podemos destacar, el aire, los bañistas, el
entorno… Todo esto produce que la piscina reciba un aporte de suciedad que
repercute en que nuestra agua deje de estar transparente y cristalina,
aumentando la turbiedad. Estos contaminantes suelen convertirse en alimento de
bacterias y algas, que incrementan el problema de la turbiedad.
Por este motivo es necesario eliminar esta suciedad mediante el adecuado
equipo de filtración.
Durante el proceso de filtración
se utilizan filtros que retienen las partículas de suciedad del agua de la
piscina, dejando esta limpia y transparente. Es importante que el filtro
trabaje en condiciones correctas definidas por el fabricante. Y que todo el
volumen del agua de la piscina sea filtrada como mínimo una vez al día.
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